En pleno "Famatinazo", Galeano envió este mensaje a quienes estaban luchando en defensa de sus territorios:
Durante varios siglos, las sanguijuelas fueron uno de los principales productos de importación de los países europeos.
Los médicos creían que las sanguijuelas, que chupaban la sangre, curaban a los enfermos.
No hace mucho, aplicando el sentido común se descubrió que las sangrías no ayudaban a los enfermos, sino que los debilitaban y les apresuraban la muerte.
Desde lejos, pero desde cerca, envío un abrazo de muchos brazos a los pobladores de Famatina, que no se dejan engañar con esos cuentos de las sanguijuelas modernas, que te venden buena salud mientras te envían al cementerio.